El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha activado nuevas medidas de protección ante la gripe aviar, que entran en vigor este lunes, 10 de noviembre. Aunque Bizkaia y Gipuzkoa quedan fuera del mapa de riesgo, Álava sí figura entre las provincias afectadas en Euskadi.
En Bizkaia, de momento, no se han impuesto restricciones. Sin embargo, en Muskiz, el gerente de la granja Bildotxi, Omar, ha decidido aplicar sus propias medidas preventivas para proteger a sus 3.000 gallinas camperas.
Precaución sin obligación
Tal y como nos ha contado Omar en El Madrugador, en sus instalaciones las medidas son estrictas: “Las puertas están cerradas y las trampillas tienen malla pajarera, así que las aves silvestres no pueden entrar”, explica.
Además, el acceso está prohibido a cualquier persona ajena a la granja. “No dejo entrar a nadie, porque no sé dónde han estado. Igual alguien pisa una caca de gaviota contaminada y sin saberlo puede traer el virus”, comenta. Tampoco entra el camión del pienso: “Por protocolo, los silos están fuera de las naves, así que el camión descarga fuera y el pienso entra por un sistema automático”.
Antes de acceder, el propio personal pasa por un baño desinfectante. “Tenemos un recipiente con agua y desinfectante donde metemos las botas siempre que entramos”, detalla Omar.
Un golpe para el bolsillo
La precaución tiene un motivo claro. Si la gripe aviar llegara a Bildotxi, las consecuencias serían devastadoras. “Si entra la gripe aviar, te matan todas las gallinas”, advierte. La pérdida no solo afectaría a la producción, sino también al mercado: “Menos gallinas significa menos huevos, y con la misma demanda, el precio sube”.
De hecho, el precio de la docena de huevos camperos ya ronda entre 4,20 y 4,80 euros, según calcula Omar. Y la tendencia, reconoce, “es que siga subiendo”, porque en otras zonas del Estado “ya han sacrificado millones de gallinas”, lo que está reduciendo la oferta. “En Valladolid, por ejemplo, ya van por tres millones de aves sacrificadas”, lamenta.