Los vecinos de Bizkaia han vuelto a disfrutar este miércoles de un amanecer rojizo que ha teñido el cielo de tonos intensos de rojo y naranja, una imagen que ya se repitió la semana pasada y que ha despertado la curiosidad de muchos.
Paloma Gil, meteoróloga de Euskalmet nos explica que este fenómeno tiene una explicación científica sencilla: “Se debe al proceso de reflexión de la luz al atravesar las nubes y también a la posición de la Tierra respecto al Sol, que en esta época del año favorece la aparición de esos colores en los amaneceres”.
Longitudes de onda largas
Cuando el sol está bajo en el horizonte, sus rayos deben recorrer una mayor distancia a través de la atmósfera. En ese trayecto, las partículas en suspensión y las nubes dispersan las longitudes de onda más cortas —como el azul y el verde—, dejando pasar las más largas, que son las que dan lugar a los tonos rojizos y anaranjados.
El resultado son amaneceres espectaculares, muy característicos de los meses de otoño, cuando la humedad y la nubosidad aumentan, creando las condiciones perfectas para que el cielo se pinte de rojo sobre Bizkaia.