El queso curado de oveja de Mantequería Las Nieves ha vuelto a situarse entre los mejores del mundo al obtener el bronce en los World Cheese Awards, celebrados este año en Suiza. El reconocimiento llega solo doce meses después de que esta misma pieza se alzara con el oro en la edición anterior, celebrada en Portugal, un logro que confirma la excelencia de esta pequeña empresa familiar de Espinosa de los Monteros.
Detrás de este triunfo late la fuerza de un legado: el de Julio Peña y sus hijos, Gabriel y Mario, que han sabido mantener viva la esencia familiar con un queso ganador que consigue año tras año reconocimientos en los concursos de quesos nacionales e internacionales.
Queso ganador
No es un galardón menor. En el concurso han competido más de 5.000 quesos de 40 países distintos, y entre los premiados también se encuentran cuatro queserías asturianas, veteranas habituales en estas distinciones internacionales. Destacar en un escenario así es un mérito que subraya la calidad y el cuidado que se esconden detrás de cada pieza.
En el podium
El queso premiado, elaborado con leche de oveja pasteurizada y una curación de seis a ocho meses, destaca por su textura agradable y un sabor intenso pero muy fácil de comer. Un equilibrio que no es casualidad: procede de una receta que se elabora desde 1987 y que ya suma doce premios nacionales e internacionales, además de cuatro años consecutivos subiendo al podio del certamen más importante del mundo.
Desde 1948
Pero detrás de cada reconocimiento hay una historia que comenzó mucho antes. Todo arranca en 1948, cuando la abuela de la familia Peña empezó a vender mantequilla pasiega en el mercado de Espinosa, elaborada en los bajos de su casa con la leche de las ganaderías pasiegas. Aquella mantequilla pronto viajó más lejos: la abuela tomaba el autobús a Burgos para venderla allí, cargando con cada viaje esfuerzo, orgullo y una manera de salir adelante.
Ese espíritu lo recogió Julio Peña, quien a finales de los años 80 montó la fábrica y amplió la producción: queso fresco, leche, mantequilla y nuevos quesos que fueron consolidando la reputación de la marca. Hoy, son sus hijos, Mario y Gabriel, quienes continúan trabajando con el mismo apego y dedicación, manteniendo vivo un legado familiar que ha sabido transformarse sin perder su esencia.
En cada queso de Mantequería Las Nieves hay tradición, constancia y una historia que atraviesa generaciones. Premios como este —oro ayer, bronce hoy— no hacen más que confirmar lo que en Espinosa ya sabían: que cuando el trabajo se hace con alma, el mundo lo reconoce.