El Athletic fue un invitado más en la fiesta que organizó el FC Barcelona para la reinauguración del Camp Nou. Ni siquiera fue ese invitado incómodo, que nadie sabe cómo ha llegado y quieres que se vaya cuanto antes. Más bien fue ese que intenta pasar desapercibido y que cuando pasa el tiempo no te acuerdas ni de si estuvo. Y eso que Ernesto Valverde alineó un once de garantías, con prácticamente todos los titulares indiscutibles y la única sorpresa fue la presencia de Unai Gómez como delantero, igual que en Newcastle. Nico Williams partió como titular y fue constantemente abucheado por la afición del Camp Nou.
No se había cumplido el minuto cuatro de partido cuando Robert Lewandowski superó a Unai Simón con un disparo potente al primer palo aprovechando un error en la salida de balón. Con el marcador en contra, el cuadro rojiblanco aprovechó los espacios que dejaba el cuadro culé en defensa, aunque sin materializarlas en algo de provecho.
No obstante, la primera ocasión clara no llegó hasta bien superada la media hora de encuentro. Oihan Sancet filtró un gran balón a Nico Williams, que se la cedió a Unai Gómez para que rematase de volea. Joan García evitó el tanto con una gran parada. Justo antes del descanso, Ferrán Torres anotó el segundo tras ganarle la espalda a la zaga. Unai Simón adivinó la intención del remate y tocó el balón, aunque terminó entrando lentamente en la portería.
Una segunda parte para olvidar del Athletic
El paso por vestuarios no cambió la dinámica del partido. Fermín marcó el 3-0 aprovechando otro error, esta vez de Galarreta, en la salida de balón. El onubense se plantó solo en el punto de penalti y superó a placer a Unai Simón. Por si las cosas ya iban mal, se pusieron peor con la expulsión -tras revisión del VAR- a Oihan Sancet por una fuerte e incomprensible entrada por detrás al propio Fermín.
Aymeric Laporte evitó el cuarto con una acción providencial lanzándose a los pies de Dani Olmo. En el otro área, Koundé despejó a córner una volea de Gorka Guruzeta. Fue de lo poco positivo de una tarde verdaderamente olvidable de los leones.

Los últimos minutos de partido transcurrieron sin mucha más historia. Ernesto Valverde introdujo cambios para dosificar a jugadores importantes de cara al encuentro del martes ante el Slavia de Praga. Uno de los que continuó en el campo fue Dani Vivian, que obligó a Joan García a emplearse al máximo en una acción a balón parado. Unai Simón evitó los goles de Raphinha y Lamine Yamal con dos acciones de mucho mérito, y Ferrán Torres acabó marcando el cuarto, aunque con algo de incógnita.
