El Ayuntamiento de Bilbao ha iniciado estos días una intervención clave en el Mirador de Artxanda: la retirada de casi medio centenar de falsas acacias que se encontraban en mal estado y suponían un riesgo para las personas que visitan a diario este espacio tan transitado. No se trata solo de una actuación de seguridad, sino también de una apuesta por la biodiversidad y la salud del entorno natural.
Flores con necesidad de intervención
Las robinias pseudoacacia, conocidas como falsas acacias, llevan años mostrando señales claras de deterioro. Los informes del Servicio Municipal de Parques y Jardines son contundentes: muchos árboles presentan huecos en el tronco, pudriciones internas, fisuras, hongos y un debilitamiento progresivo asociado al envejecimiento y a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. En los últimos años incluso se han producido vuelcos y desprendimientos parciales, sin daños personales, pero suficientes para activar una intervención preventiva.
Capacidad de colonizar el entorno
Además del riesgo estructural, estas acacias figuran en la Estrategia Autonómica de Control de Flora Exótica Invasora del Gobierno Vasco debido a su capacidad para colonizar el entorno y desplazar a la vegetación autóctona. Su presencia altera el equilibrio ecológico y afecta a la biodiversidad local, un aspecto especialmente sensible en un entorno natural como Artxanda.
Mirador verde, accesible y seguro
Por todo ello, el Ayuntamiento ha decidido sustituir los 49 ejemplares por especies más seguras, resistentes y respetuosas con el ecosistema: fresnos y robles. Estos árboles cuentan con mayor estabilidad estructural, responden mejor a las condiciones del clima y se integran de manera natural en el paisaje del monte, favoreciendo además la fauna y la flora del entorno.
Los trabajos arrancaron esta semana y continuarán la próxima, con el objetivo de que el mirador siga siendo un espacio seguro, accesible y verde para quienes lo disfrutan a diario.