El Juzgado de Primera Instancia de Gernika acoge desde hoy la vista civil que revisa el caso de Iurgi Beraza, el niño de 11 años de Aulesti que falleció en 2020 tras ser atropellado por un vehículo cuyo conductor quedó absuelto en la vía penal. Más de cuatro años después del accidente y tras un largo periplo judicial, la familia confía en que este nuevo proceso sirva para esclarecer definitivamente lo sucedido y obtener la reparación que consideran necesaria.
El procedimiento anterior se archivó al considerar el atropello como una fatalidad, basándose en el atestado policial que situaba al coche circulando a 20 km/h. Sin embargo, los padres siempre han defendido que esa versión no coincidía con la realidad del impacto ni con la distancia de arrastre del menor. Ahora, en esta fase civil, aportan informes periciales independientes que elevan la velocidad del vehículo por encima de los 50 km/h, lo que, a su juicio, demostraría que el atropello pudo haberse evitado.
Cuatro agentes
En la vista deberán declarar cuatro agentes de la Ertzaintza implicados en la investigación inicial, además de peritos especializados en dinámica del accidente. La familia reclama a la aseguradora del vehículo una indemnización conforme al baremo legal, mientras insiste en que su objetivo principal no es económico sino el reconocimiento de la verdad y de las responsabilidades.
Durante estos años, los padres han denunciado diversas irregularidades en la investigación, desde la falta de un estudio técnico completo hasta la ausencia de controles de movilidad en pleno confinamiento, cuando el conductor circulaba por un camino rural muy estrecho donde Iurgi caminaba con su bicicleta. Pese al archivo penal, nunca dejaron de pedir que el caso se revisara.
Con el inicio de este juicio civil, Aulesti vuelve a mirar hacia un proceso que ha marcado profundamente a la comunidad. La familia espera que esta vez se escuche toda la evidencia y que el tribunal pueda ofrecer una resolución que, al menos en parte, compense la sensación de desamparo que arrastran desde la muerte del menor.
