Gorka Márquez: «Siempre me dijeron: ‘No te olvides de dónde vienes’»

Gorka Márquez recuerda en Radio Nervión sus inicios en el Peñascal, su meteórico éxito en Reino Unido y todo lo que echa de menos de Bilbao
Gorka Márquez se propuso ser portada de Men's Health y este mes lo ha conseguido. / Gorka Márquez redes

Gorka Márquez, uno de los rostros más reconocibles de Bailando con las Estrellas y figura consolidada en el Strictly Come Dancing británico, regresó por unos minutos a sus raíces durante una charla cercana con Radio Nervión. El bailarín bilbaíno recordó cómo su pasión por el baile nació en el Peñascal, creció en los recreos del colegio y se transformó en una carrera internacional.

“Siempre era el niño que entretenía”

Márquez contó que su relación con el arte empezó antes incluso de entenderlo: “Desde muy pequeño siempre me ha gustado el baile, el teatro, actuar… Yo era el típico niño que quería entretener”. Recordó que en el colegio participaba en todas las obras de Navidad y que su madre, siempre implicada en el grupo de madres, le preparaba disfraces y apoyaba ese impulso artístico. “Cuando empecé a bailar había mucha gente que me decía: ‘no, no bailes, haz una carrera, hazte abogado, médico’. Y yo: ‘No, yo quiero ser bailarín’. Mis aitas siempre me dijeron: ‘Si tú quieres hacer algo, lucha por ello y pon tu energía, que si tú quieres, y lo quieres de verdad, se cumplirá'».

Creció “en Iturrigorri, en El Peñascal”, donde estudió hasta que pasó al colegio del Carmen, en Indautxu. Allí, al entrar en la ESO, comenzó a tomarse el baile “más en serio”. Tanto, que incluso aprobó un examen de Educación Física gracias a una coreografía que él mismo preparó para su grupo de amigos.

De El Peñascal al estrellato en Reino Unido

Márquez explicó cómo se hizo popular fuera de Euskadi: “Llevo 10 años como bailarín profesional en el programa original de Bailando con las Estrellas en Inglaterra”. También ha girado por el país con sus propios espectáculos y ha logrado hitos que de niño soñaba: “Siempre decía que algún día estaría en la portada de Men’s Health, y ahora es una realidad. Me daba hasta vergüenza comprar la revista con mi foto”.

Aunque vive fuera desde hace años —primero en Estados Unidos y después en Reino Unido— reconoce que eso ha transformado incluso su forma de hablar: “Hablo contigo ahora en español y quizá no vuelva a hacerlo hasta dentro de una semana”.

“Echo de menos la comida, la vida de barrio y los pinchos”

El bailarín asegura que, pese al éxito, Bilbao sigue siendo su hogar emocional: “Echo de menos la comida, la cercanía de la gente, la vida de barrio, salir al parque, los pinchos… esas cosas que aquí no existen”.

La emoción le desbordó cuando oyó que antiguos vecinos y conocidos llamaron a la radio para recordarle: su peluquera, monitores de campamentos en Mena, compañeros del cole… “A mí siempre me dijeron: ‘Nunca te olvides de dónde vienes’. Y eso intento”.

También habló con cariño de la radio que escuchaba cada mañana: “En casa siempre se ponía Radio Nervión. Recuerdo los juegos, la música… formaba parte de mi rutina”.

Un orgullo que vuelve a casa

Márquez asegura que quiere seguir viniendo a Bilbao siempre que su agenda lo permita. “A todo el que me pregunta dónde ir en España, le digo que vaya a Bilbao. Todo el que va se enamora”.

Y, aunque su vida transcurre hoy entre grabaciones, espectáculos y millones de seguidores en redes sociales, mantiene intacta su esencia. “Da igual lo famoso o popular que seas: hay que tratar a todo el mundo con respeto, y valorar lo que se tiene, porque nunca sabes lo que te va a durar”.


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