Lourdes todavía se emociona al recordar lo ocurrido el pasado 10 de diciembre en Bilbao. Aquella tarde, su hija de 12 años sufrió un grave ataque de asma mientras se encontraban en la Ribera de Deusto. La familia necesitaba llegar cuanto antes al Hospital de Basurto, pero los cortes de tráfico por un partido de fútbol convirtieron el trayecto en una auténtica pesadilla.
«Salimos de la ribera de Deusto y resulta que estaba ya todo colapsado, a las cinco y media de la tarde, con un ataque de asma a mi hija de 12 años, perdió ya el conocimiento y no respiraba», ha relatado Lourdes en una llamada al programa Vaya Domingo.
Tráfico colapsado y una negativa clave
La familia intentó primero acceder por Olabeaga, pero los vehículos permanecían completamente parados. Durante el trayecto, la menor perdió el conocimiento. Ante la gravedad de la situación, decidieron dar la vuelta y dirigirse hacia Sagrado Corazón, una vía que, según explica Lourdes, estaba vacía. «Todo vacío, solo estaba la Ertzaintza puesta de un lado al otro. Nadie. Habíamos pasado en cuatro minutos para llegar al hospital», ha asegurado.
Lourdes bajó la ventanilla y mostró a su hija inconsciente a uno de los agentes. «Le enseñamos a la Ertzaintza lo que nos pasaba y la vio. Me dice: ‘Espérate que voy a hacer unas llamadas’». Sin embargo, la respuesta posterior fue un no rotundo. «Me dicen que no, que no podéis pasar, que llames a una ambulancia o si no, por Olabeaga. Venimos de Olabeaga, está todo colapsado y no podemos pasar. Pues no, no hay otra forma», le dijeron. Lourdes asegura que «no había nadie en Sabino Arana» excepto la propia Ertzantza que estaba puesta en fila «hablando unos con otros».
La ayuda decisiva de la Policía Municipal
Desesperados, la familia regresó hacia Olabeaga. Fue entonces cuando vieron un coche de la Policía Municipal parado en la acera. Lourdes no pudo contener el llanto. «Parábamos al aire y dijimos: mira lo que nos pasa, ¿nos podéis abrir camino?».
Los agentes reaccionaron de inmediato. «No te preocupes, tira para Olabeaga. Llevamos pañuelo blanco, toca la bocina todo el rato y mis compañeros te van abriendo».
Siguiendo sus indicaciones, la familia circuló incluso en dirección contraria, escoltada por los municipales, hasta llegar a las inmediaciones del túnel. Allí, los propios agentes detuvieron el tráfico y facilitaron el paso definitivo hacia Basurto.
«Llegó con 82 de saturación»
Cuando finalmente alcanzaron el hospital, el estado de la niña era crítico. «Llegó con 82 de saturación, o sea, imagínate, ya no respiraba casi».
La menor permaneció ingresada y, días después, recibió el alta. «Gracias a Dios ya le han dado el alta, está mejor y está en casa», explicó Lourdes, aunque reconoce que el impacto emocional sigue muy presente. «Estoy aún afectada y me da la llorera. El miedo no se me ha quitado. Cada vez que quiero dormir la veo medio muerta a mi lado y tengo dolor de cabeza continuo» asegura.
Crítica al modelo de ciudad
Lourdes cuestiona que Bilbao no cuente con vías de emergencia garantizadas en días de grandes eventos. «No entiendo cómo no hay una vía de salida para las urgencias».
La mujer se muestra especialmente dura con la prioridad que, a su juicio, se da al fútbol frente a situaciones vitales. «Es más importante el fútbol. No me gustaba pero ahora lo odio».
También recuerda proyectos anunciados y nunca ejecutados como el de un puente que uniese Deusto y Olabeaga directo al hospital. «Como no hay dinero… Para las casas sí, para el puente no», critica.
Lourdes anuncia que no se quedará callada. «Voy a empezar a remover y poner denuncias. No sé a quién ni cómo, pero te juro que esto va a moverse». Su conclusión es clara y contundente: «No es normal que una niña de 12 años casi se muera por no quitar una furgoneta y dejar pasar».
