El pasado 13 de diciembre seis agentes fueron enviados a una protesta que implicó la suspensión del tranvía y el cierre de la vía pública. Esto afectó tanto a la movilidad como a la seguridad ciudadana, y los ertzainas tuvieron que actuar sin material adecuado, sin refuerzo y sin una planificación fija.
Desde Si.P.E. quieren dejar claro que bloquear una infraestructura como el tranvía, no es una protesta pacífica sino una acción que obliga a la intervención policial.
Manifiestan la irresponsabilidad del consejero de Seguridad, que ha permitido que se normalicen determinados comportamientos de desobediencia y confrontación con la policía.
Respaldo político
El Sindicato Profesional de la Ertzaintza exige un respaldo político claro, que se ponga fin a conductas que debilitan a la autoridad policial y que la cúpula actúe pensando en los derechos y seguridad de los agentes.
Advierten que no van a permitir que se siga poniendo en riesgo a los agentes ni que se criminalice su trabajo mientras quienes toman las decisiones evitan su responsabilidad.