Muchos vizcaínos y vizcaínas tienen la sensación de que cada vez se ven más ratas en las calles de sus municipios. Es por ejemplo lo que ocurre en Durango y Abadiño, localidades en donde se denuncia que estos roedores comienzan a andar a sus anchas, en puntos como el Conservatorio en la primera, o los alrededores de la escuela en la segunda.
Lo cierto es que parece que cada vez es más fácil ver a una rata correteando por la calle Montevideo y cruzando la calzada de un lado a otro, en la zona del Conservatorio de música de Durango. Lo mismo ocurre en puntos como la calle Francisco Ibarra en donde los vecinos afirman que incluso han mordido los cables de fibra óptica, creando problemas en internet.
Hay casos similares, por ejemplo, en Abadiño, en donde hace unos días una rata se coló en el patio de las escuelas de Traña-Matiena y llegó a entrar por una pequeña puerta de la cocina, pero sin llegar al comedor. Los niños y niñas se revolucionaron ante la situación que fue solventada sin mayores consecuencias.
¿Por qué ahora vemos más ratas que hace apenas unos años?
La respuesta la encontramos en una combinación de factores. Al cambio climático, con inviernos más cálidos que prolongan su reproducción, se una la urbanización, con más edificios que les dan refugio, y nuestro estilo de vida con comida rápida y basura mal gestionada. Por tanto tienen mejores condiciones para procrear, refugio donde habitar y comida para alimentarse.