Bilbao se ha rendido ante las delicias de Esther Martínez, una gallega que llegó hace años a Bizkaia buscando su camino y que hoy se ha convertido en toda una referencia de la repostería artesanal en la ciudad. Tras pasar por distintos trabajos, casi siempre ligados al mundo de la hostelería, Esther descubrió su verdadera pasión: la repostería. “Siempre me ha gustado la repostería, pero nunca me había atrevido a llevarlo a cabo profesionalmente. Mi pareja tenía un bar, y allí encontré el momento perfecto para probar”, explica.
«A la primera me salieron bien, y luego las fuí perfeccionando»
De hacer tartas de queso en el bar de su pareja, La Caja, ubicado en la calle Doctor Areilza de Bilbao, Esther dio un paso más y creó sus galletas cookies, que rápidamente han causado furor entre los bilbaínos. “A la primera me salieron bien, tuve suerte, pero luego es cuestión de ir perfeccionándolas”, confiesa. Sus creaciones combinan sabores clásicos y modernos: pistacho, Nutella, Lotus, Ferrero, Oreo… cada una elaborada con mimo y paciencia, y con un acabado que enamora a quien las prueba.
Cada galleta tiene su historia
El éxito de Esther no se limita al bar. Además de vender sus galletas en La Caja, recibe encargos a través de su canal de Instagram y TikTok, @SweetboxBilbao, donde comparte sus novedades, pedidos y la inspiración detrás de sus dulces. “Intento que las redes sirvan para inspirar, pero sin perder la esencia de lo que hago. Cada galleta tiene su historia, y eso es lo que conecta con la gente”, asegura.
No dejar atras la ilusión de hacer lo que te gusta
Su espíritu emprendedor brilla tanto como su talento en la cocina. Madre de tres hijos, ha sabido combinar su vida familiar con su pasión, demostrando que la creatividad y la constancia pueden abrir puertas inesperadas. “A otras mujeres que tengan algo que les guste les diría que lo intenten, que confíen en ellas mismas. Si no confían, nadie más lo hará”, anima Esther.
«Cuando estoy haciendo galletas, desconecto de todo»
Cada galleta de Sweetbox es una obra de arte artesanal. Elaboradas a mano y con ingredientes de primera calidad, se conservan perfectamente en tupper hermético o incluso congeladas para disfrutar en cualquier momento. “Es un trabajo intenso, pero me relaja. Cuando estoy haciendo galletas, me concentro en eso y desconecto de todo lo demás”, confiesa.
Producto único y absolutamente delicioso
Con su mano increíble para los postres, su creatividad constante y su capacidad de emprendimiento, Esther Martínez se ha ganado un lugar especial en Bilbao. Y aunque reconoce que las tendencias internacionales le inspiran —desde Estados Unidos hasta Londres y América Latina—, ha logrado crear un producto único, cercano y absolutamente delicioso que conquista a todos los que lo prueban.
Quien visite La Caja en Doctor Areilza o haga un pedido online a través de sus redes sociales, descubrirá que detrás de cada galleta hay talento, pasión y mucha dedicación. Esther Martínez es, sin duda, un ejemplo de valentía y creatividad en la repostería artesanal, y su historia inspira a quienes sueñan con convertir su pasión en su profesión.