El barrio de Santutxu vive días de tristeza tras el fallecimiento de José Miguel Cabañas, un vecino muy conocido y apreciado por quienes tuvieron la suerte de compartir con él momentos de vida, conversaciones y amistad. Su marcha ha dejado un vacío difícil de llenar, como reconocen vecinos, amigos y personas cercanas que han querido expresar públicamente su cariño y su recuerdo.
Mucho más de un vecino
Quienes le conocían coinciden en señalar que José Miguel era mucho más que un vecino. Para muchos, se había convertido en un auténtico icono del barrio, una de esas personas que dejan huella por su forma de ser, por su cercanía y por la humanidad con la que trataba a todos. “Un gran amigo y una de las mejores personas que he conocido”, escribía uno de sus allegados en un mensaje que resume el sentir general de Santutxu.
Por fin descansa en paz
En las últimas horas, las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias, homenajes y palabras de agradecimiento. Amigos y conocidos recuerdan los muchos momentos compartidos junto a él y expresan el dolor por su pérdida, pero también el alivio de pensar que, tras un tiempo difícil, por fin puede descansar en paz. El cariño expresado demuestra hasta qué punto José Miguel formaba parte del día a día del barrio y del corazón de su gente.
Un amigo difícil de olvidar
El mensaje es unánime: no será olvidado. Allí donde esté, aseguran quienes le querían, seguirá presente en la memoria colectiva de Santutxu, en los recuerdos compartidos y en el afecto de quienes hoy le despiden con emoción. El barrio dice adiós a uno de los suyos, con respeto, gratitud y un sentimiento profundo de pesar por la pérdida de un vecino tan querido.