El directo de la mañana de Navidad dejó uno de esos momentos que justifican la magia de Radio Nervión. A las 08:00 horas del 25 de diciembre, durante el programa El Madrugador conducido por Jon Gómez, una llamada desde las Islas Baleares rompió la rutina para convertirse en un homenaje a la radio de cercanía.
Xavi, un oyente que sintoniza Radio Nervión desde Menorca, entró en antena no para pedir una canción, sino para agradecer un hecho diferencial que, según explicaba, es una rareza en el dial actual: la emisión en directo las 24 horas del día.
«Esto es único en la radiodifusión»
Durante la conversación, Xavi, quien también es compañero de profesión en una emisora municipal de Es Castell (Villacarlos), destacó que lo que le «atrapó» de la emisora vizcaína fue la compañía constante. «Lo que más me atrapa es que estáis 24 horas al frente de una emisora y siempre hay gente. Creo que es bastante único; incluso las nacionales te ponen refritos y programas grabados«, señaló el menorquín.
Jon Gómez, emocionado por esto, reconoce que palabras así valen «más que una paga extra en Navidad«, agradeciendo que se valore el esfuerzo de mantener el micrófono abierto ininterrumpidamente, incluso en festivos señalados.
Conexión Bilbao-Menorca: Scouts y turismo «anti-postureo»
La charla reveló los lazos del oyente con el País Vasco. Xavi mencionó que escuchar la radio también le ha permitido conocer la cultura vasca un poco más allá de lo puramente turístico. «A base de escuchar la radio, ayuda a conocer la verdadera esencia, lo bueno y lo malo«, comentó. Aunque eso sí, «cuando oyes hablar en euskera, evidentemente pierdes un poco el hilo».
Aprovechando la conexión, Jon pidió recomendaciones para visitar Menorca. Lejos de las guías convencionales, Xavi aconsejó alojarse en el centro de la isla para facilitar los desplazamientos y huir de las «playas de Instagrammer». «Prescindid del postureo; estamos rodeados de calas, cualquier rincón merece la pena«, comentaba.
Un regalo musical desde las islas
Como broche final a la intervención, el oyente regaló a la audiencia el estreno de un villancico titulado «Ja és Nadal». Un gesto que sirvió para unir las ondas del Cantábrico con las del Mediterráneo en una mañana donde la radio en directo demostró, una vez más, su capacidad para conectar personas a cientos de kilómetros.
