El trabajo doméstico no remunerado generó en 2023 un valor económico de 26.856 millones de euros en Euskadi, lo que equivale al 28,8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad. Así lo reflejan los datos publicados por Eustat, que subrayan la importancia de unas actividades que no se contabilizan en el PIB tradicional, pero que resultan clave para el bienestar colectivo.
El Instituto Vasco de Estadística recoge estas cifras en la séptima edición de la Cuenta Satélite del Trabajo Doméstico, un informe que pone cifras al valor económico de tareas como el cuidado del hogar, la preparación de alimentos, la atención a personas dependientes o el mantenimiento de la vivienda.
Un peso menor que hace 30 años
La evolución histórica muestra que el peso del trabajo doméstico en la economía ha descendido de forma sostenida. En 1993 representaba el 45,5% del PIB, mientras que en 2023 se sitúa en el 28,8%, un nivel similar al de 2018. Eustat explica este comportamiento por su carácter contracíclico: en épocas de crisis aumenta el trabajo doméstico no remunerado y, en fases de bonanza, parte de estas tareas se externalizan.
Por funciones, proporcionar comida concentra la mayor parte del valor económico, con un 43,4%, seguida de proporcionar alojamiento (29,6%). En cambio, el peso de los cuidados y la educación baja hasta el 18,9%, tres puntos y medio menos que hace cinco años.
La brecha de género persiste
El informe confirma que el reparto del trabajo doméstico sigue marcado por una brecha de género significativa. En 2023, las mujeres realizaron el 63,5% del trabajo doméstico no remunerado, frente al 36,5% de los hombres. Aun así, la implicación masculina ha aumentado 15,8 puntos porcentuales en los últimos 30 años.
El avance de los hombres se concentra sobre todo en tareas como proporcionar alojamiento (42,5% de participación masculina) y preparar comida (37,4%). Sin embargo, los cuidados y la educación continúan recayendo mayoritariamente en las mujeres, que asumen el 69,3% de esta labor.
En términos económicos, el trabajo doméstico realizado por las mujeres equivaldría al 18,3% del PIB, frente al 10,5% aportado por los hombres.
Bizkaia concentra más de la mitad del valor
El reparto territorial del trabajo doméstico sigue el peso poblacional de cada territorio. Bizkaia concentra el 55,2% del valor total, seguida de Gipuzkoa (30,3%) y Álava (14,5%). Gipuzkoa destaca como el territorio donde los hombres tienen una mayor participación, con un 43,2%, ligeramente por encima de Bizkaia y Álava.