Hay un momento que casi todas las familias recuerdan con un nudo en el estómago: ese día en el que los niños empiezan a atar cabos, hacen preguntas difíciles y la magia de los Reyes Magos parece tambalearse. ¿Cómo explicar que Melchor, Gaspar y Baltasar no existen sin que la ilusión se rompa del todo? ¿Cómo acompañar ese paso sin que duela? En las últimas horas, una carta atribuida al Rey Gaspar ha encontrado una respuesta delicada, emocionante y muy compartida a ese momento tan complicado.
El texto ha empezado a circular con fuerza en redes y grupos familiares después de que nuestra compañera Mar y Cielo hablara de ella en la radio, despertando la curiosidad de muchos oyentes. Tanto fue así que numerosos mensajes pidieron poder leerla completa, guardarla y utilizarla llegado el momento en casa.
Una explicación desde la ternura
Lejos de romper la magia, la carta la transforma. Gaspar se dirige a los niños que ya están creciendo para explicarles, con palabras suaves, que cuando se hacen mayores los Reyes Magos necesitan ayuda. Y esa ayuda no viene de cualquier sitio, sino de mamá y papá, convertidos en aliados secretos para que la ilusión continúe.
El texto habla de crecimiento, de imaginación, de complicidad familiar y de una magia que no desaparece, sino que se comparte. Una manera de cerrar una etapa sin traumas y de abrir otra igual de especial.
Carta completa
Querido/a [Nombre]:
Espero que al recibir esta carta tu corazón siga brillando con la misma ilusión de siempre. Desde Oriente, bajo un cielo lleno de estrellas, quiero contarte un pequeño secreto que solo se confía a quienes ya están creciendo y aprendiendo muchas cosas nuevas.
Cuando los niños son pequeños, mis hermanos Melchor, Baltasar y yo podemos hacerlo casi todo solos: leer cartas, preparar regalos y recorrer el mundo en una sola noche. Pero a medida que los niños crecen, también crece su imaginación, sus gustos cambian y sus sueños se vuelven más especiales y únicos.
Por eso necesitamos un poco de ayuda de las personas que mejor te conocen: mamá y papá. Ellos saben qué te hace sonreír, qué te interesa ahora y qué cosas te ayudan a seguir creciendo. No es que la magia desaparezca… es que la magia se comparte.
Ayudándonos, tus padres se convierten en nuestros aliados secretos, guardianes de la ilusión y cómplices de una tradición muy antigua. Gracias a ellos, los Reyes Magos podemos seguir llegando a tu casa cada año, aunque ya seas mayor, porque mientras haya cariño, ilusión y un poquito de magia, siempre habrá regalos que entregar.
Nunca olvides que crecer no significa dejar de creer, sino aprender que la magia a veces se esconde en los gestos de quienes nos quieren.
Con todo mi cariño y un puñado de estrellas,
Rey Gaspar ✨👑