Euskadi se prepara un año más para la tradicional subida al Gorbea el 31 de diciembre, una cita que atrae a cientos de senderistas dispuestos a despedir el año en la cima con un hamaiketako y un brindis en un ambiente festivo y comunitario. La subida por rutas clásicas como Pagomakurre (Bizkaia) o Murua (Álava) vuelve a ser una de las actividades favoritas para quienes quieren combinar naturaleza, deporte y celebración de fin de año.
Tiempo estable y sin precipitaciones
Según la Agencia Vasca de Meteorología (Euskalmet), el tiempo para Nochevieja y Año Nuevo se presenta estable y sin precipitaciones destacables, aunque con temperaturas bajas y posibilidad de heladas, especialmente en el interior del territorio vasco. La estabilidad atmosférica puede favorecer la formación de nieblas o brumas de madrugada y primeras horas del día, sobre todo en zonas interiores como Álava, lo que podría afectar la visibilidad en cotas más bajas antes de iniciar la ascensión. En general, las máximas no superarán los 10 °C y las mínimas rondarán entre 0 °C y 5 °C, por lo que el frío será protagonista durante toda la jornada.
Tradición arraigada
Esta tradición, arraigada entre asociaciones de montañismo y amantes de la naturaleza, convierte la última excursión del año en una experiencia de convivencia y disfrute del paisaje vasco. Las rutas hacia la cima del Gorbea ofrecen panoramas espectaculares de prados verdes y bosque, aunque las condiciones invernales exigen precaución y preparación: es recomendable madrugar para aparcar antes de que se llenen los accesos, llevar ropa de abrigo y calzado adecuado para nieve o hielo, y revisar la previsión meteorológica antes de salir.
Quienes participen en esta subida no solo se enfrentarán al frío y al esfuerzo de la montaña, sino que también formarán parte de una celebración muy especial para muchos vascos, que combinan deporte, tradición y camaradería para recibir el año nuevo desde una de las cimas más emblemáticas del territorio.