Este servicio, creado en 2017, cubre la demanda de los hospitales vascos para que todos los bebés que lo necesiten, siempre bajo prescripción médica, reciban leche materna, que según ha recordado el Gobierno vasco en un comunicado constituye un alimento «de excepcional valor nutricional».
En total, se han recibido 2.364 litros de leche humana, lo que ha permitido garantizar la lactancia a 621 bebes prematuros o de bajo peso, cubriendo en todo momento las necesidades de las unidades de Neonatología de Osakidetza.
El año pasado, este servicio contó con 80 donantes, 31 más que en 2022, que proporcionaron 407 litros de leche para alimentar a 163 recién nacidos que lo necesitaban, entre los que se repartieron en torno a 2.700 biberones.
El Banco de Leche Materna de Osakidetza garantiza la lactancia materna a grandes prematuros (bebés de menos de un kilo y medio de peso) o nacidos antes de las 32 semanas que no tienen acceso a ella.
El Departamento de Salud ha subrayado que esta es una ayuda «de vital importancia», ya que existen evidencias científicas de que la leche materna previene la enterocolitis necronizante, una enfermedad que puede causar la muerte de los recién nacidos.