Día Mundial de la Diabetes
Este 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que afecta a más de 5 millones de personas en el país, aunque muchas de ellas ni siquiera lo saben. En Euskadi contamos con ASVIDIA, Asociación de Diabéticos de Bizkaia, que acoge a los pacientes con esta dolencia, sea del tipo que sea, y que organiza infinidad de actividades durante todo el año.
Uxue García es una de sus miembros y nos ha contado su historia en Revista Semanal, en Telebilbao. Diagnosticada como diabética a los seis años, recuerda que siempre estaba cansada, sin energía. Tenía mucha hambre y mucha sed, por lo que bebía bastante agua que luego le provocaba ganas de ir al baño…. Estos fueron sus síntomas y también son los de muchas personas que tienen la enfermedad.
Tres tipo de Diabetes
La Diabetes, recordemos, es una afección crónica de salud en la cual los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos. No tiene cura pero dependiendo de su tipo puede ser más o menos grave. Hay tres diferentes.
– La tipo 1 autoinmune y crónica. Aparece sin más, como de la nada y su tratamiento es la insulina.
– La tipo 2, asociada a gente más mayor y relacionada mucho con la obesidad. Puede ser reversible con vida saludable y algo de insulina o con tratamiento en pastillas.
– La gestacional que aparece durante el embarazo, tiene que ver con antecedentes familiares y se suele curar tras dar a luz.
Ya no hace falta pincharse todos los días
Las personas con Diabetes pueden tener una vida totalmente normal si se controlan los niveles de azúcar. Antes había que pincharse cada día pero ahora, gracias al sensor que se coloca en el brazo o en la pierna, se realizan las mediciones oportunas, que quedan registradas en una aplicación en el móvil.
Consejos frente a la Diabetes
Como ocurre con la mayoría o casi todas las enfermedades, hay algunas recomendaciones que podemos seguir para evitar o paliar la Diabetes. Es muy importante mantener una dieta equilibrada y personalizada, priorizando alimentos ricos en fibra y limitar el consumo de azúcares añadidos y grasas saturadas. También hacer ejercicio físico regularmente, controlar el estrés y tener un buen descanso, aunque a veces no es fácil, controlar los niveles de glucosa, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol.