La llegada de Cabify a Bilbao ha encendido las alarmas del sector del taxi en Euskadi. La plataforma de movilidad —que conecta a través de una app a conductores de VTC con usuarios— ha iniciado su actividad en la capital vizcaína coincidiendo con el BBK Live, uno de los eventos con mayor demanda de transporte del año. Aunque Cabify se presenta como una alternativa sostenible y moderna, en muchos territorios su modelo ha chocado con los taxistas, que denuncian competencia desleal y falta de controles.

En una entrevista en El Madrugador, el presidente de la Federación del Taxi de Euskadi, Borja Musons, se mostró tajante: “Ninguno de los vehículos que ha traído Cabify tiene autorización para hacer servicios urbanos”. Musons denunció que la empresa repite en Bilbao un patrón ya visto en otras ciudades: operar sin cumplir los requisitos legales. “Es transporte pirata”, afirmó.

Además, criticó que las VTC como Cabify incumplen una regla básica: “No pueden deambular por la ciudad. Deben salir desde su base solo cuando tienen un servicio concertado”.

Más flexibilidad

Musons comparó las exigencias legales del taxi con la flexibilidad de las VTC. “Yo, con mi licencia de Bilbao, no puedo ir a recoger a nadie a Barakaldo ni a Getxo. Sin embargo, ellos circulan por donde quieren”, explicó.

Preguntado por qué parte de la juventud prefiere apps como Cabify, Musons fue directo: “No sé, parece que lo nuevo mola”. También defendió que el taxi no se ha quedado atrás: “Tenemos la app Pidetaxi desde hace años, y el Ayuntamiento incluso ha desarrollado otra. Pero claro, lo nuevo vende más”.