Familias denuncian agresiones en un colegio de Bilbao: “Los niños tienen miedo y no quieren ir a clase”

Las familias alertan de la huella psicológica en sus hijos e hijas y aseguran que el ritmo de aprendizaje se ha visto gravemente afectado
Familias del colegio de concentran pidiendo una solución. / Familias del Colegio Iruarteta

Las familias del aula LH1 C del colegio Iruarteta han denunciado públicamente una situación de violencia continuada que, según explican, sus hijos e hijas llevan sufriendo desde el primer día de curso. Según relatan, la situación comenzó cuando fue asignado a ese aula un alumno procedente de otro centro, con un grave problema de sociabilidad y brotes violentos hacia sus compañeros y profesorado.

Golpes, orines e interferencia en el aprendizaje

Las familias denuncian que todos los niños y niñas del aula han sido agredidos en algún momento. Aportan como ejemplos concretos clavar un lápiz en el cuello de un compañero, lanzar una silla a la cabeza de una niña, provocándole un hematoma; golpear con violencia la cabeza de una niña contra la mesa, causándole fuertes dolores en la mandíbula; orinar encima de una compañera o provocar una brecha a un niño al golpearle contra un perchero metálico, que requirió puntos de sutura.

Los padres y madres subrayan que estos son solo algunos de los episodios, y que las agresiones son diarias. Además, señalan problemas continuos de convivencia como quitar el almuerzo o los cromos a sus compañeros. La situación, afirman, interfiere también en el aprendizaje: “Ha pasado un curso entero. No solo les pega, es que están perdiendo muchas horas de clase porque el niño se descontrola y hay que parar la clase”, explican.

Posible huella psicológica

Las consecuencias, aseguran, no son solo físicas. Les preocupa la huella psicológica en el resto del alumnado y cómo sus hijos “normalizan la violencia”. “Es muy triste que tu hijo te diga que tiene miedo de ir a clase y saber que le están pegando. Es muy violento, a veces han tenido que ir tres profesores a bloquearlo. Tiene 6 años”, describen.

Ante la gravedad, afirman haber acudido a la dirección del centro, la Inspección de Educación, el Ararteko y haber entregado partes médicos, sin obtener una solución: “Dirección no puede hacer nada. El niño tiene que estar escolarizado y si no hay informe psicológico no pueden hacer nada. En psiquiatría no quieren hacerle un estudio porque dicen que es muy pequeño”, critican.

La profesora titular del aula, según relatan, lleva varios meses de baja por el estrés generado. “Una adulta queda protegida por el sistema al poder pedir una baja, mientras que no existe un protocolo en la escuela pública que proteja de forma inmediata a nuestros hijos e hijas”, denuncian.

Atención adecuada necesaria

Las familias reclaman que el niño reciba atención adecuada y denuncian una falta de recursos en la escuela pública para gestionar estos casos. “Defendemos una escuela pública inclusiva, pero consideramos que ese niño, en su situación actual, no puede estar compartiendo aula con otros menores”, afirman. “Necesita ser atendido y ayudado de forma apropiada por parte de las instituciones”.

Han anunciado movilizaciones los días 5, 6, 7, 8 y 9 de mayo, de 9:00 a 9:15, frente a la entrada de Primaria del colegio Iruarteta en la calle Juan de Garay.

Este medio ha contactado con el colegio, pero desde conserjería han transmitido que “el centro no hará declaraciones”.


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