
El pasado jueves, la playa de Arrietara-Atxabiribil en Sopela vivió un grave susto: más de 30 jóvenes fueron arrastrados por corrientes de resaca ante la falta de socorristas y el intenso calor. Gracias a la rápida intervención de monitores de surf y surfistas presentes en la playa, todos fueron rescatados. La tensión fue tal que las escuelas de surf solicitaron la presencia de la Policía Local y de la Ertzaintza para impedir el baño, ya que muchos se negaban a acatar las recomendaciones y continuaban entrando al agua.
Qué son y cómo actuar
Las corrientes de resaca, también conocidas como corrientes de retorno, son flujos de agua que se mueven desde la orilla hacia mar adentro. Se forman cuando el agua acumulada por las olas en la playa busca regresar al mar, creando canales estrechos y rápidos que pueden arrastrar a los bañistas lejos de la costa. Estas corrientes no tiran hacia el fondo, pero su fuerza puede ser suficiente para agotar a nadadores inexpertos que intentan nadar directamente hacia la orilla.
Si te ves atrapado en una corriente de resaca, es crucial mantener la calma y seguir estos pasos:
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No luches contra la corriente: Intentar nadar directamente hacia la orilla puede agotarte rápidamente.
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Nada en paralelo a la costa: Desplázate lateralmente hasta salir de la corriente.
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Flota si es necesario: Si no puedes nadar, mantente a flote y conserva energía.
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Pide ayuda: Si no logras salir, agita los brazos y grita para llamar la atención de los socorristas o personas cercanas.
Es importante destacar que las corrientes de resaca son responsables de más del 80% de los rescates realizados por socorristas en playas.
Prevención y recomendaciones
Para evitar situaciones peligrosas relacionadas con las corrientes de resaca, es importante informarse sobre las condiciones del mar, consultar las banderas de señalización y seguir siempre las indicaciones de los socorristas. También se recomienda no nadar solo, ya que hacerlo acompañado y en zonas vigiladas aumenta la seguridad. Antes de entrar al agua, conviene observar bien el mar: las corrientes de resaca pueden detectarse en zonas donde las olas no rompen, el agua es más oscura o se observan espuma y residuos moviéndose hacia el interior. Además, es clave no sobrestimar las propias habilidades, ya que incluso los nadadores experimentados pueden verse sorprendidos por estas corrientes.