Todas paradas. Todas inutilizadas. Las rampas mecánicas de la cuesta de la calle Salsidu, en el corazón de Algorta, llevan meses sin funcionar. La escena es la misma cada día: vecinos empujando carritos, mayores con dificultad para andar, estudiantes y paseantes afrontando una subida empinada, sin una sola rampa en marcha.
Desde antes de enero de 2024, el sistema ha estado fallando de forma intermitente. Primero eran averías puntuales, hoy es un colapso total. Lo que antes se «parcheaba» a duras penas, ahora ni siquiera se repara. El Ayuntamiento de Getxo reconoce que la infraestructura está tan deteriorada que no puede ni arrancar. Se han detectado fallos estructurales y de funcionamiento en varios tramos, lo que ha obligado a iniciar una revisión completa.
Primero Bidezabal
En mayo, personal técnico comenzó a elaborar un diagnóstico técnico, y actualmente se trabaja en la redacción del contrato de licitación para una renovación total de la infraestructura, al igual que ya se ha hecho con las rampas junto al ambulatorio de Bidezabal. Pero no será una solución rápida: la obra completa no se acometerá hasta que termine la de Bidezabal y no se espera que las rampas de Salsidu estén plenamente operativas hasta 2026.
Las fases del proyecto están claras. Ya se han renovado los tramos 3 y 4 junto al metro y el ambulatorio, con un coste de 462.000 euros. Ahora queda pendiente afrontar los tramos 1 y 2, que requieren una inversión adicional de 600.000 euros. Esta actuación fue acordada en el marco del pacto presupuestario entre el PNV, PSE y el PP.
Mientras tanto, el vecindario sigue esperando. Sin soluciones temporales, sin información a pie de calle, y sin alternativa, el acceso a Salsidu sigue siendo una travesía cuesta arriba que castiga a quienes más lo necesitan. El Ayuntamiento estudia además si la empresa anterior de mantenimiento tiene responsabilidad en el estado de abandono de las rampas.
