El Surne Bilbao Basket ha hecho oficiales sus dos primeros fichajes para la temporada 2025/2026. La plantilla de los Hombres de Negro suma potencia exterior con la llegada de Justin Jaworski y calidad contrastada en Europa con Darrun Hilliard, en un claro movimiento para elevar el nivel ofensivo y competitivo del equipo.
Los nuevos jugadores vestirán la camiseta negra en el Bilbao Arena de Miribilla, donde la afición ya sueña con una temporada ilusionante.
Justin Jaworski: Juventud y amenaza ofensiva
Justin Jaworski (1999, Estados Unidos) es un escolta de 1,90 metros, formado en la Universidad de Lafayette, donde fue uno de los máximos anotadores de la Patriot League.
Tras su etapa universitaria, ha jugado en la G League con los Oklahoma City Blue, destacando por su excelente tiro exterior y capacidad para generar puntos. La pasada temporada promedió más de 16 puntos por partido y un notable 41% en triples, consolidándose como un escolta con hambre de crecer en Europa.
Darrun Hilliard: Experiencia contrastada en Euroliga
El segundo refuerzo, Darrun Hilliard (1993, Estados Unidos), llega con un recorrido de alto nivel. Formado en Villanova, fue seleccionado en el Draft de la NBA por Detroit Pistons en 2015.
Tras su paso por la liga estadounidense, dio el salto a Europa, donde ha jugado en Baskonia, CSKA Moscú, FC Bayern Munich y Maccabi Tel Aviv. En estos clubes se ha consolidado como un jugador versátil, capaz de alternar posiciones exteriores y aportar tanto puntos como liderazgo.
Hilliard acumula experiencia en Euroliga, con promedios cercanos a los 10 puntos por partido y una notable capacidad defensiva que le convierte en un fichaje de garantías.
El club apuesta por un proyecto ambicioso
El Surne Bilbao Basket, que anunció los fichajes a través de sus redes sociales oficiales, confía en que estos dos refuerzos aporten puntos, experiencia y liderazgo a un bloque que la temporada pasada peleó con solvencia en la Liga Endesa.
Ilusión renovada en Miribilla
La llegada de Justin Jaworski y Darrun Hilliard refuerza la ilusión de la afición bilbaína, que ya sueña con un equipo competitivo para pelear por estar en la zona noble de la clasificación. Dos perfiles diferentes que comparten ambición y talento, y que prometen hacer vibrar a Miribilla con su calidad ofensiva.
