
El aficionado acusado de proferir insultos racistas hacia Iñaki Williams en un partido de La Liga en enero de 2020 ha aceptado una condena de un año de cárcel y una multa de 1.086 euros por un delito de incitación al odio. Además, el acusado no podrá asistir a partidos de fútbol durante los próximos dos años.
Los hechos ocurrieron cuando Williams fue sustituido en el partido entre el Athletic de Bilbao y el Espanyol en el Estadio Cornellà-El Prat, donde el jugador recibió gestos y cánticos racistas por parte de un grupo de espectadores, entre los que se encontraba el acusado. Estos gestos simulaban los de un primate, un acto que la Fiscalía calificó como una agresión contra la dignidad del jugador, que experimentó sentimientos de frustración y humillación.
Rebaja de la pena
La condena se ha alcanzado tras un acuerdo entre el acusado, la Fiscalía y LaLiga, que ejerce la acusación. La Fiscalía inicialmente solicitaba una pena de dos años de prisión, pero finalmente el acuerdo ha reducido la pena a un año de cárcel.
Los incidentes, que tuvieron una gran repercusión en redes sociales, han sido considerados un delito contra los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas, además de una lesión a la dignidad de la persona por motivos racistas.