El Ayuntamiento inicia una transformación de Plaza Euskadi para que quienes caminen por la villa lo hagan con más calma, disfrutando y sin obstáculos. Desde el 2 de octubre y durante unos tres meses, el espacio peatonal se cerrará temporalmente y dos de los tres carriles en el tramo que va de la acera de Alameda Mazarredo hasta el frente del Museo de Bellas Artes se cortarán al tráfico. Quedará solo un carril abierto para vehículos.
Estas obras cuestan unos 1,6 millones de euros y forman parte de un proyecto más amplio que busca acercar el Museo de Bellas Artes al Guggenheim, facilitando el paseo entre ambos museos con nuevos recorridos peatonales, aceras más amplias, mejor mobiliario urbano y accesos más dignos para quienes viven aquí o visitan Bilbao.
Replantear el diseño y uso de la plaza
Aunque Plaza Euskadi fue inaugurada en 2011 como un espacio moderno obra de Diana Balmori, el cambio de prioridades urbanísticas ha llevado al Ayuntamiento a replantear su diseño: menos espacio para los coches, más protagonismo para las personas. Se modernizan los accesos, se mejora la conectividad entre Alameda Mazarredo, el parque de Doña Casilda, el frente del Bellas Artes y el puente de Deusto; y se están renovando los pavimentos, bancos y papeleras para dar un aire más cuidado, accesible y amable.
Sí, puede que este otoño algo moleste: habrá cortes, desvíos y una parada de taxi reubicada. Pero el objetivo es claro: que Bilbao sea una ciudad donde caminar no sea una molestia, sino una experiencia.
