Varias asociaciones vecinales y ecologistas de Basauri han convocado una concentración este lunes, 3 de diciembre, en la estación de Abaroa, en el barrio de San Miguel. Sagarrak Ekologista Taldea, Ekologistak Martxan, la Asociación de Vecinos de San Miguel, Biziz Bizi y ConBici quieren presionar para que la línea C3 de Renfe mejore sus horarios, aumente sus trenes y adapte sus estaciones a las necesidades reales de la población.
Los colectivos recuerdan que el ferrocarril es el transporte público “menos contaminante” y una herramienta clave para reducir la congestión viaria. Por ello defienden un modelo ferroviario “público, social y sostenible”, con tarifas asequibles y una red que contribuya a “vertebrar el territorio” y a “enfriar el planeta”.
Accesibilidad “ya”
Las organizaciones consideran imprescindible introducir el criterio de accesibilidad universal en la C3, actualmente en obras. Reclaman un entorno seguro para llegar a las estaciones, más equipamientos adaptados para personas con movilidad reducida y para quienes viajan con carritos de bebé, y andenes que permitan un acceso cómodo a los vagones.
En Basauri, insisten en que las futuras reformas deben incorporar más rampas, escaleras mecánicas, ascensores y señalética específica, elementos que consideran esenciales en un municipio con gran volumen de desplazamientos diarios.
Más frecuencias y horarios nocturnos
Los convocantes ven urgente reforzar el servicio: piden más trenes, la recuperación y ampliación de los horarios nocturnos de fin de semana y un sistema de información en tiempo real en todas las paradas. También reclaman que Renfe comunique con rapidez cualquier incidencia.
Otra de sus demandas es asegurar aparcamientos de bicicletas cubiertos y seguros, así como facilitar la conexión entre tren y bici. Además recuerdan que ya están aprobados los apantallamientos acústicos y piden su ejecución para mitigar el ruido y las vibraciones ante el aumento previsto de viajeros y mercancías.
La concentración del lunes también servirá para denunciar un problema que, según las asociaciones, simboliza el abandono de la línea: uno de los ascensores de la estación lleva fuera de servicio cerca de dos años.