El legendario cantautor ha cerrado este fin de semana su último capítulo sobre los escenarios. La gira de despedida Hola y Adiós Tour concluyó con un emotivo concierto en el Movistar Arena de Madrid, donde Sabina —con 76 años— interpretó sus clásicos ante miles de fans que respondieron con emoción, aplausos y recuerdos compartidos.
Un adiós con sabor a historia
Sabina puso fin a más de cinco décadas de carrera musical. Con su voz entrecortada por la emoción, dedicó su actuación final a su público, recordando los escenarios, los viajes, los éxitos… y cerrando con un “gracias eternas” a quienes acompañaron su trayectoria. Aunque ha dicho adiós a las grandes giras, Sabina no descarta volver en un futuro si las musas lo inspiran, pero deja claro que este es su último gran concierto.
Bilbao: ciudad que lo vio volver varias veces
A lo largo de su carrera, Sabina ha actuado en numerosas ocasiones en Bilbao, generando citas memorables para sus seguidores. En 2023, ofreció un doble concierto en el Bizkaia Arena BEC, con más de 10.000 personas en cada uno de ellos, en el marco de la gira previa.
En su gira de despedida “Hola y Adiós”, Bilbao volvió a ser parada obligada: los conciertos programados en el BEC en noviembre de 2025 colgaron el cartel de “sold out”, reafirmando el apego de su público vasco.
Para muchos bilbaínos, esas últimas noches tendrán un valor especial: no solo como conciertos más, sino como despedida de una voz que marcó generaciones.
Un legado que trasciende géneros y generaciones
Sabina deja tras de sí un repertorio extenso, con canciones que se han convertido en himnos de la canción en español. Sus letras de taberna, de nostalgia, de amores, desengaños y poesía cotidiana seguirán vivas en quien las escucha. El adiós de Sabina marca el final de una era, pero su legado permanece intacto. Como dijo él mismo en su última noche, sin su público sus canciones no habrían existido
¿Qué significa este adiós?
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Es un cierre simbólico de una de las carreras más influyentes de la música en español.
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Para Bilbao, representa la despedida definitiva de un artista que siempre tuvo un lugar especial en su agenda de conciertos.
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Para sus seguidores: el final de los conciertos en grandes recintos, pero no, tal vez, del recuerdo. Su música vivirá mientras alguien la escuche.
