La AMPA del colegio Tiboli, en Bilbao, ha hecho pública su “profunda preocupación” por la situación que viven cada día los alumnos debido a las obras del nuevo hotel que se construye en un edificio colindante al patio escolar. Según denuncia la asociación de madres y padres, desde que comenzaron los trabajos parte del ya reducido patio ha quedado ocupado por andamios y estructuras de obra. Una situación que limita notablemente el espacio de juego del alumnado de Infantil y Primaria.
El principal motivo de alarma es el uso continuado de una grúa pluma que realiza maniobras de carga y descarga de escombros directamente sobre la zona donde los menores juegan. En varias ocasiones, explican, los contenedores han sido elevados “llenos por encima de su capacidad”, situándose sobre la sombra del andamio instalado dentro del patio. Las familias han aportado vídeos ,ya remitidos al Ayuntamiento, en los que se aprecia “un riesgo evidente para la integridad física del alumnado», según alertan.
Todo en orden
La preocupación de los padres se ha incrementado al comprobar que incluso en jornadas con aviso amarillo por fuertes vientos la obra ha continuado su actividad:» Se han realizado maniobras de desescombro mientras los niños se encontraban en el patio». A este riesgo se suma el ruido constante generado por los trabajos, que según la AMPA, afecta de forma significativa al aprendizaje y a las condiciones de trabajo del profesorado.
Desde el Ayuntamiento, en declaraciones a Radio Nervión, aseguran que la obra es privada y que si se está llevando a cabo es porque “todo está en orden”. No obstante, el colectivo insiste en que las situaciones documentadas no han derivado en un refuerzo de la supervisión municipal ni en medidas de control que garanticen la seguridad del alumnado.
La AMPA denuncia lo que califica como “pasividad” institucional y exige intervenciones “urgentes y verificables”. Entre las medidas que reclaman se encuentran reforzar los controles, limitar las maniobras más peligrosas durante el horario lectivo y aumentar las garantías de protección mientras el patio está en uso. “La seguridad de las niñas y niños no puede depender de la buena voluntad de la empresa constructora”,