Llegadas estás fechas muchas familias ponen rumbo a Cantabria. En su GPS buscan: el bosque mágico de la Navidad. En cuanto introducen el destino en el marcador señala, desde Bilbao, un viaje de una hora y veinte. Todo dirección Santander, pasando la capital cántabra hay que buscar: Cartes.
Una vez que se llega, uno siente la sensación de que ha hecho un viaje a otro mundo, al mundo de Papá Noel. Seguro que, cuando le toca repartir sus regalos por Cantabria para a descansar en este pueblo lleno de encanto.

En su día Cartes llegó a albergar el árbol navideño más grande de Europa. 65 metros de altura y 40 toneladas avalaban su reconocimiento. La foto, con el árbol detrás pasó a la historia hace un año. El Ayuntamiento apostó por espectáculos familiares y las luces que ahora dibujan un laberinto, que enamora.
Laberinto de luces
El Parque del Ansar se llena de instalaciones luminosas que forman un túnel de colores y un sorprendente laberinto de destellos entre los árboles. En el Camino Real, figuras del Adviento y adornos en las fachadas crean un ambiente festivo que acompaña el bullicio de vecinos y visitantes entre villancicos y puestos de chocolate caliente.

Mercadillos
La Plaza de los Torreones y la Plaza del Gallo acogen el tradicional mercado navideño, donde destacan los productos artesanales y los dulces típicos. Talleres infantiles, espectáculos al aire libre y propuestas culturales completan una agenda que se extiende hasta enero. Mientras los más pequeños disfrutan del poblado navideño, los adultos recorren el mercadillo a la espera de la Cabalgata.
