El Gobierno Vasco avala la polémica subestación de Burtzeña pese al rechazo vecinal y a los riesgos ambientales

Industria concede el visto bueno ambiental a una infraestructura eléctrica a apenas 100 metros de viviendas, pese a las denuncias
Burtzeña. / Google Maps

El Gobierno Vasco ha dado el visto bueno ambiental a la futura subestación eléctrica de Burtzeña, un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Barakaldo (PNV-PSE) que mantiene en pie de guerra a buena parte del vecindario. Más de mil personas han firmado en contra de la infraestructura, prevista junto a los portales 17 a 29 de la calle Zumalacárregui.

Un proyecto que divide al barrio

La instalación ocupará una parcela de más de 6.300 metros cuadrados donde hace dos décadas funcionaron una central térmica y otra subestación. El plan contempla inicialmente un transformador de 30/13 kV para atender los nuevos desarrollos residenciales y terciarios. Más adelante se añadirá un segundo equipo y, en una fase final, un sistema de 132 kV con dos transformadores de 60 MVA.

La asociación vecinal Laguntza denuncia que el proyecto puede afectar a la salud, al entorno y al bienestar del barrio. Reclama que “esta decisión se ha tomado sin información ni participación vecinal, poniendo en riesgo nuestra salud, entorno y calidad de vida”.

Informes válidos

Industria, sin embargo, descarta los argumentos vecinales. La Dirección de Calidad Ambiental concluye que la obra no generará impactos significativos y que no necesita una evaluación ambiental ordinaria. El departamento da por válidos los informes de I-DE (Iberdrola) y afirma que no se aprecia afección relevante a fauna, flora, patrimonio o paisaje, y que los ruidos se mantendrán dentro de los límites legales.

La resolución admite, aun así, que la subestación se levantará sobre suelos contaminados y en un entorno con posible riesgo de inundación. Aunque reconoce que este tipo de instalaciones son “muy vulnerables” ante avenidas, sostiene que la ubicación resulta compatible con las medidas previstas.

El documento también menciona la cercanía de la empresa química Bilbaína de Alquitranes, incluida en la normativa Seveso por manejo de sustancias peligrosas, entre ellas el fluoruro de hidrógeno. Además, sobre la parcela discurre un gaseoducto, lo que añade posibles riesgos por vertidos o emisiones.

Aun así, el Ejecutivo autonómico considera positiva la recuperación de unos terrenos industrializados y actualmente sin uso, y recuerda que la subestación busca reforzar el suministro eléctrico del municipio.

Las medidas correctoras exigidas se centran en controlar especies invasoras, limpiar el suelo contaminado y elevar ligeramente el terreno para minimizar la inundabilidad sin aumentar la afección aguas arriba. También se imponen límites de horarios y ruidos durante las obras.


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