Comer bien en Bilbao en plenas Navidades, con producto de calidad, cocina de autor y un ambiente acogedor, sigue siendo posible sin superar los 35 euros, y el restaurante Karmelo, ubicado en la céntrica calle José María de Escuza, es uno de los mejores ejemplos. Este local se ha consolidado como una apuesta segura para quienes buscan disfrutar de la gastronomía tradicional vasca reinterpretada con mimo, sin artificios innecesarios y con una relación calidad-precio difícil de igualar.
Propuesta honesta, reconocible y cuidada
Detrás de Karmelo están Jon Lecumberri y su socio Joseba Zarrabeitia ‘Txolo’, que inauguraron el restaurante en 2019 como homenaje al padre de este último, el capitán de barco Karmelo Zarrabeitia. Desde entonces, el local se ha ganado el cariño del público bilbaíno gracias a una propuesta honesta, reconocible y muy cuidada. “Platos de los de toda la vida, pero presentados con mucho gusto y detalle”, comentan algunos clientes en redes sociales, donde abundan las valoraciones positivas.
Amplio comedor propicio para celebraciones
El restaurante dispone de un amplio comedor con capacidad para 50 comensales, lo que lo convierte en un espacio ideal para comidas de grupo, celebraciones navideñas o encuentros familiares. La decoración, elegante y cálida, acompaña a un ambiente tranquilo y acogedor que invita a disfrutar sin prisas. A ello se suma una barra llena de pintxos y la posibilidad de desayunar desde primera hora de la mañana, ya que Karmelo abre todos los días de la semana.
Emplatado cuidado y precios competitivos
En cocina, el chef ejecutivo José González, con experiencia en restaurantes de prestigio como Eneko, lidera un equipo que apuesta por el producto y el detalle. Los menús son uno de sus grandes atractivos: el menú del día por 17,90 euros y el menú de fin de semana por 34,50 euros permiten degustar propuestas como tres primeros para compartir y un segundo a elegir entre lubina o chuleta de novilla, además de bebida y postre. “Todo está buenísimo y el emplatado es espectacular”, destacan varios comensales en comentarios online.
La carta, disponible los fines de semana, es breve pero muy bien pensada, con platos caseros pero muy elaborados que conquistan por su sabor y su cuidada presentación. En fechas tan señaladas como la Navidad, Karmelo demuestra que la cocina de autor no tiene por qué ser inaccesible, y que se puede disfrutar de una experiencia gastronómica completa en pleno centro de Bilbao sin disparar el presupuesto.