Etxerat y Egiari Zor aseguran que ha llegado el momento de hacer frente al reto que plantean las muertes que los largos años de excepcionalidad penitenciaria han provocado de forma directa e indirecta.
Aunque las dos organizaciones tengan cometidos distintos se han unido con un objetivo común: el de la necesidad de un nuevo tiempo de construcción para dotar de los derechos que les corresponden a las personas que han sufrido la violencia ocasionada por la excepcionalidad penitenciaria tanto directa como indirectamente. Aunque aseguran que aún queda un largo camino por recorrer se han dado pasos adelante durante la última década. Escuchamos a Lander Maruri, víctima de la dispersión.
Aseguran que a pesar de estar sentando las bases de una nueva sociedad quieren garantizar que no vuelva a pasar en un futuro nada parecido y que el instrumento necesario para ello es la memoria.