
El colegio concertado Jesús María de Bilbao echará el cierre de forma definitiva al término de este curso. La Fundación Bidaide, responsable del centro, ha confirmado que cesará su actividad el próximo 31 de agosto, tras una serie de acontecimientos que han hecho inviable su continuidad: el fracaso en la fusión con Jesuitinas, una importante pérdida de familias, y un conflicto laboral con huelgas indefinidas.
El centro tenía previsto fusionarse con Jesuitinas para asegurar la viabilidad del proyecto. Sin embargo, la ruptura del acuerdo, la salida masiva de estudiantes —muchos hacia otros colegios— y la falta de nuevas matrículas han llevado a la fundación a optar por el cierre. Según estimaciones del AMPA, más de la mitad de las familias abandonaron el colegio antes de terminar el curso.
La situación se agravó en marzo, cuando el profesorado inició una huelga indefinida para protestar ante posibles despidos. Los paros aumentaron la tensión con las familias, especialmente con las de 2º de Bachillerato, preocupadas por el impacto en la preparación de la Selectividad.
Adiós a la fusión
En mayo, Jesuitinas canceló la integración, aludiendo a incumplimientos del acuerdo y a la falta de un “entorno social estable”. Desde entonces, el Gobierno Vasco ha facilitado el traslado de expedientes para los alumnos que decidieron cambiar de centro y ya prepara la reubicación del resto del alumnado de cara a septiembre.