Los trabajos de demolición de la plaza de toros de Medina de Pomar han comenzado este martes, marcando el primer paso hacia su esperada remodelación. La intervención, anunciada en octubre por el alcalde Isaac Angulo y el concejal de Planificación Urbanística, José Juan Martínez, responde tanto a los daños provocados por el huracán Kirk como a la necesidad de adaptar el recinto a la normativa vigente.
Nueva infraestructura
El derribo afecta a todo el interior de la plaza y a los corrales externos, dejando en pie únicamente las dos coronas y los muros que delimitan el espacio. Esta operación es fundamental para que los arquitectos puedan obtener medidas precisas antes de diseñar la nueva infraestructura.
La reforma, que cuenta con una inversión de 1 millón de euros, permitirá transformar el recinto en un espacio de usos múltiples, capaz de albergar no solo corridas de toros, sino también eventos culturales y espectáculos. Entre los cambios más destacados figura la desaparición del graderío, los vomitorios, la zona de enfermería y los aseos, elementos que no cumplían con las medidas de seguridad exigidas.
El Ayuntamiento prevé que la redacción del proyecto esté finalizada en los próximos meses, con el objetivo de licitar las obras en el primer trimestre de 2026. La nueva plaza podrá albergar entre 1.450 y 1.500 localidades, aunque el uso de graderíos portátiles permitirá aumentar el aforo hasta 2.000 personas.
