
Ángel Jauregui Meñika, conocido por todos como ‘Kaiku’, ha fallecido este 17 de junio en Sondika, dejando un profundo vacío entre sus compañeros y amigos del servicio de Bilbobus, donde trabajó durante décadas como mecánico.
Quienes compartieron con él ruta, herramientas y vida destacan su carácter afable, su talento profesional y su pasión por el Athletic Club. Su compañero y amigo Toño le ha dedicado unas palabras cargadas de emoción: “Estoy muy afectado, la verdad. Gran compañero, gran persona, gran athleticzale… ¿Sabes esas personas que siempre tienen un momento y una palabra para ti? Pues ese ha sido Don Ángel Jauregui, nuestro querido Kaiku”.
Comprometido con compañeros y familia
En su faceta profesional, Kaiku se ganó el respeto de todos. “Siempre tenía una solución para cualquier avería en ruta. Parecía que hiciera magia con los vehículos”, recuerda Toño. Su llegada al taller se anunciaba con su característica energía y su vozarrón, que él mismo describía con humor como “mi voz dulce y aterciopelada”.
Pero Kaiku fue mucho más que un mecánico experto. Fue un hombre honesto, comprometido sindicalmente como delegado de ELA, siempre dispuesto a escuchar, aconsejar y defender a quien lo necesitara, sin importar su procedencia o ideas. “Sabía cubrir, proteger, escuchar y aconsejar a cualquier trabajador o trabajadora”, apunta su amigo.
Fuera del trabajo, Kaiku irradiaba amor por su familia. Siempre hablaba con admiración de su esposa, a la que llamaba ‘La Rubia’, a quien consideraba su guía y gran apoyo, y de sus hijos, de quienes presumía con orgullo: “Son mucho más guapos y listos que yo. Son de la madre”.
Su amor por el Athletic era incondicional. Nunca una crítica a un jugador, siempre apoyando con fe y entusiasmo.
“Se va un trocito de mi vida”, lamenta Toño. “Los últimos 25 años le he tenido ahí como compañero y amigo. Risas, carcajadas, compañerismo, seriedad máxima cuando tocaba…”. Y recuerda un momento especialmente emotivo: “El abrazo que me dio en un mal momento fue como si un padre me hubiese cogido en brazos”.