Iñigo Iturrate, director del Palacio Euskalduna, ha compartido su experiencia personal sobre su salida del armario siendo ya adulto, casado y padre de dos hijos. Lo hizo en mayo en el programa La Kapital, con Joseba, y anoche volvió a hablar del tema en el espacio de ETB Armairutik plazara, donde recordó que su proceso fue largo y duro, pero también liberador.
“Descubrí lo que es el amor. Otra forma de desear, de amar. Y tuve claro que no quería vivir ocultándolo”, explicó. No lo hizo como un actor de militancia, pero «enseguida fui consciente de que lo era». «Si ponía mi vida patas arriba, no era para seguir escondiéndome”, le expicó a Joseba. Poco después de hacerlo público, empezó a recibir mensajes de personas jóvenes que también buscaban cómo decirlo en casa. “Uno me escribió que solo se lo había contado a su ama y no sabía cómo seguir. Ahí tomé conciencia de lo importante que fue lo que hice”.
Iturrate habló también de la presión silenciosa que muchas personas aún sienten: “Parece que todo está superado, que todo el mundo lo acepta… pero no. Seguimos enfrentando microhomofobias constantes, agresiones en la calle, comentarios sutiles que minan la autoestima. Y eso impide vivir en igualdad”.
Una noche complicada
En Armairutik plazara, volvió a abordar su proceso personal: “Fui consciente tarde. Era el final de una negación muy larga. Cuando se lo dije a mi mujer no estaba planificado. Le solté: ‘no puedo más’. Nos abrazamos, lloramos, y ese mismo día decidimos hacer las cosas bien”. Subrayó el papel fundamental que ella tuvo en su camino: “Es la madre de mis hijos y una persona muy importante en mi proceso”.
Con sus hijos también optó por la honestidad desde el principio. “Vivimos como una familia normal, porque lo somos. Ahora comparto mi vida con Guillermo. Vivimos juntos, somos los aitites, y nuestros nietos vienen a despertarnos, vemos los dibujos, cantamos…”.
Insultos en la política, pero también apoyos
Iturrate no ha dudado en plantar cara a la homofobia, también dentro del ámbito político. “He tenido que aguantar comentarios basura de políticos importantes, pero llevo tiempo que ya no me callo”. La terapia, añadió, ha sido clave para conocerse mejor y construir una vida auténtica.
Tuvo palabras especiales para su amigo y compañero de partido Aitor Esteban: “Es mi mejor amigo. Si tengo que destacar algo de Aitor es que es una buena persona, y eso no siempre se ve en política”.
Con su testimonio, Iñigo Iturrate no solo ha reivindicado su derecho a vivir con libertad, sino que ha acompañado y dado voz a muchas otras personas que aún hoy siguen en silencio.