
Ver un arcoíris es algo especial de por sí, ¿¡pero dos!? Con este fenómeno meteorológico han amanecido hoy en Altube.
Atendiendo a las leyes de la naturaleza, los dobles arcoíris se forman cuando la luz solar experimenta una doble reflexión interna en las gotas de agua de la atmósfera. De esta forma, se generan dos arcos concéntricos con diferente intensidad e incluso, orden de colores.
El arcoíris primario es el más brillante y se forma por una sola reflexión interna en la gota; sus colores van del rojo (exterior) al violeta (interior). El arcoíris secundario aparece más tenue, situado por encima del primario. Sus colores quedan invertidos: el rojo queda en el interior y el violeta en el exterior.
El fenómeno, para darse, debe cumplir ciertas características. El sol bajo el horizonte y a espaldas del observador, quien debe tener la lluvia de frente y presencia de gotas del tamaño oportuno. Las gotas más grandes intensifican los colores y favorecen la aparición del segundo arco. El arcoíris secundario es más débil porque la luz pierde intensidad con cada reflexión adicional. Entre ambos arcos se observa una franja más oscura conocida como la «Banda de Alejandro», originada por la ausencia de luz reflejada en ese ángulo específico.

¿Qué simboliza?
Un doble arcoíris no es moco de pavo y cómo tal, recibe muchas interpretaciones a lo largo del mundo. En la mitología nórdica es un puente divino; para los pueblos indígenas australianos, anuncia fertilidad y prosperidad; en el hinduismo es visto como una señal a favor de lo dioses; y en contextos contemporáneos, se asocia a nuevos comienzos y apertura de conciencia. Por lo general, el fenómeno es considerado un augurio positivo lleno de esperanza, equilibrio y renovación.