Jesús ha puesto el freno definitivo a su trayectoria de 56 años como profesor de autoescuela. Seguro que muchos han sacado el carné de conducir gracias a su paciencia o han visto su famoso logo en todo tipo de vehículos. A sus 75 años y tras haber sufrido dos infartos, Jesús se ha visto obligado a un parón definitivo: “Por él hubiese seguido, pero en la familia le hemos dicho que ya basta”, nos cuenta su hijo.
Autoescuelas Jesús contaba con cuatro centros: dos en Barakaldo (Isaac Peral y Retuerto), uno en Gallarta y otro en Sestao. Estos días, en redes sociales han aparecido comentarios de clientes: » Nadie nos ha informado sobre el cierre y queremos saber qué pasa con los alumnos y el dinero que hemos adelantado». Los encargados dicen que lo han hecho bien: “Hemos puesto carteles en las oficinas y las secretarias llevan desde agosto llamando de forma individual a los afectados. Lo que pasa es que hay unas 30 o 40 personas que aún no nos han cogido el teléfono”, aseguran tanto Jesús como su hijo, también dueño de otra autoescuela.
Precisamente, la opción que han buscado para no dejar tiradas a estas personas es que continúen en manos del hijo de Jesús: “Nosotros no queremos dejar tirado a nadie. Se les ofrece seguir en Autoescuela Diesel, que es la de mi hijo. Seguirán desde el punto en el que estaban, sin pagar de nuevo lo que ya han abonado”.
Desde el 59
Jesús es un apasionado de su trabajo y recuerda perfectamente el primer día que dio clase: “Fue en el 69, y mi primera alumna fue Izaskun. Se acababa de licenciar en Magisterio y su padre le hizo ese regalo”. También ha ayudado a conseguir la “L” a personas conocidas como Óscar Freire: “Era bueno con la bici y también con el coche”.
Seguro que en su memoria guarda un montón de anécdotas con las que podría escribir un libro. De momento, se las reserva para él e insiste en que no entiende por qué se ha armado tanta polémica ni a quién le interesa, pero sabe que ya le había llegado la hora de colgar las botas: “Seguiremos intentando localizar a los que nos quedan, pero si alguien ve esta noticia, que sepa que solo tiene que llamar a Autoescuela Diesel y allí le explicarán qué tiene que hacer”.
La OCU informa
Desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), expertos en situaciones como esta, no ponen en duda la buena intención de Jesús, pero advierten de que este tipo de cierres puede conllevar problemas. “Hay que avisar con tiempo e informar a todos los clientes. Por eso, recomendamos que se envíe un correo a la dirección social de la autoescuela advirtiendo que no se han enterado de lo ocurrido y detallando lo que han pagado. Seguir en otro centro es una propuesta, pero no están obligados a aceptarla. En caso de haber adelantado clases, recomendamos pedir la devolución del dinero”.
Además, la OCU cree que podría haber personas que hayan solicitado un préstamo al banco para pagar el servicio: “Si es el caso, hay que hablar con la sucursal, explicar lo que ha pasado y pedir la anulación del préstamo”.
