El Bosque de Oma brilla en Navidad: naturaleza, arte y magia a 35 minutos de Bilbao

Descubre los árboles pintados que parecen cobrar vida entre la hojarasca y la niebla
Bosque de Oma / Wikipedia

En el corazón verde de Bizkaia, muy cerca de Kortezubi, late uno de los lugares más singulares del País Vasco: el Bosque de Oma, un espacio donde el arte y la naturaleza se entrelazan de una forma casi imposible. Desde su reapertura, este rincón vuelve a recibir visitantes que buscan belleza, calma y un punto de sorpresa. Y es que Oma no es un bosque cualquiera: es un lienzo vivo, un escenario donde cada paso revela una figura distinta y cada mirada es parte de una obra en movimiento.

Cada paisaje cambia con la luz

El artista Agustín Ibarrola creó este paraje único pintando troncos que, vistos desde puntos concretos, forman figuras humanas, animales, ojos gigantes, círculos coloreados y composiciones geométricas que parecen flotar entre los árboles. Lo increíble es que el paisaje cambia con la luz, con la estación, con el ángulo… Oma nunca se ve dos veces igual.

Nuevo parque más accesible

Tras años cerrado por conservación, el Bosque de Oma renació con un nuevo trazado, más accesible, más sostenible y diseñado para que el visitante disfrute de la obra sin dañar el entorno. El resultado es un paseo suave, inmersivo, donde el arte se siente cercano y el respeto por el bosque se respira en cada metro del recorrido.

Colores y tonos imposibles

Caminar por Oma es como entrar en un cuento moderno: los troncos pintados destacan entre el verde intenso, el silencio del bosque acompaña como una melodía suave y, de repente, aparece una composición que solo se entiende si uno se sitúa en el punto exacto. Esa mezcla de juego, búsqueda y descubrimiento convierte la visita en algo casi infantil, en el mejor sentido: despierta la curiosidad y la mirada limpia de quien vuelve a asombrarse.

Entorno

A pocos minutos se encuentra también la Cueva de Santimamiñe, Patrimonio de la Humanidad, lo que convierte la zona en un plan perfecto para un día completo: arte contemporáneo, naturaleza viva y prehistoria en un mismo valle.

El Bosque de Oma es de esos lugares que dejan huella. No solo por su belleza, sino por la sensación de estar dentro de una obra que respira, cambia y te abraza. Un lugar curioso, fotogénico, familiar y completamente único en Bizkaia. Un rincón perfecto para perderse estos días, cuando el bosque está más vivo que nunca.


Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


Cover Art
0:00 0:00