La investigación comenzó cuando el Grupo de Delincuencia Organizada de Bilbao averiguó que en un domicilio de Bilbao se estaban descargando y compartiendo vídeos de carácter pedófilo.
Tras geolocalizar la vivienda, los agentes identificaron al usuario de la dirección IP desde la que se hacían las descargas. Fue el 11 de octubre cuando los agente entraron en la vivienda del sospechoso para realizar un registro. Allí, se intervino un disco duro, una tablet y varios dispositivos periféricos de almacenamiento externo y se procedió a la detención del sospechoso.