Aunque en un inicio quiso que su despedida se hiciese en “silencio” y sin que trascendiese, el hecho de publicar un disco que “no esperaba” y que “no había buscado”, le ha impulsado a dar la noticia. Según ha contado Lertxundi, desde la llegada de la pandemia ya no se sentía cómodo en los escenarios. Su “alma” no se encontraba ahí. Aún así, siguió dando unos pocos, incluyendo, el de Jai Alai de Gernika, un recital que no sabía que había sido grabado por su técnico de sonido.
El también conocido como «el bardo de Orio» se despide de los recitales y los discos después de seis décadas de carrera; repasamos algunos de los hitos de ese camino.