
Unas 600 personas han partido este viernes desde Bizkaia rumbo a Lourdes en una peregrinación organizada por la Hospitalidad Vizcaína de Nuestra Señora de Lourdes. Entre los asistentes hay personas enfermas, voluntarios que les acompañan y cuidan, además de otros fieles que han querido sumarse a esta experiencia de fe y recogimiento.
“Ya vamos de camino”, compartía desde el autobús José Antonio Uriarte, voluntario de la organización, en una entrevista con Radio Nervión. “Es hermoso ver las caras de felicidad de los enfermos, que van con mucha ilusión a ver a la Virgen”, relataba emocionado.
Esta peregrinación se celebra hasta el domingo y cuenta también con la presencia del obispo de Bilbao, Joseba Segura, así como de varios sacerdotes de la diócesis.
Una tradición con más de 65 años de historia
La peregrinación a Lourdes comenzó a organizarse de forma regular en 1958, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen a Santa Bernardette. Desde 1983, la Hospitalidad Vizcaína asumió la coordinación del viaje, manteniendo siempre el respaldo y la presencia del obispo diocesano.
Actualmente, existen tres modalidades de participación, aunque las personas enfermas siguen siendo el eje principal del viaje. “Si alguien desea acudir y no cuenta con medios humanos para hacerlo, nos ofrecemos y nos ponemos a su servicio”, explican desde la organización.
La expedición cuenta con casi 200 personas voluntarias, que año tras año se ofrecen para ayudar a quienes lo necesitan y facilitar que puedan vivir esta experiencia única.
Más allá del destino, la peregrinación a Lourdes se convierte cada año en una experiencia humana y espiritual profundamente transformadora. Para muchos enfermos, representa un momento de esperanza y consuelo; para los voluntarios, una entrega desinteresada que enriquece; y para todos, un testimonio vivo de fe compartida. El percio del viaje ha oscilado entre los 220 y los 350 euros.
“Ver la alegría con la que van los enfermos es lo que más llena. Lourdes tiene algo especial, y todos lo sentimos”, concluyen desde la Hospitalidad Vizcaína.