En su intervención más contundente en el programa Bilbosport de TeleBilbao, Armando no se mordió la lengua y lanzó una dura crítica hacia el entrenador del equipo y la situación actual del conjunto rojiblanco. Con un tono visiblemente molesto, el colaborador afirmó que ha llegado al límite: «Yo ya, se acabó el día de la marmota, paso. He venido por respeto al programa, a ti y a los contertulios, porque había pensado en mandarte un WhatsApp cuando terminó el partido diciendo ‘no me esperéis’. Esto es lo mismo, lo mismo, lo mismo, y venga, y dale duro. Tenemos un equipo buenísimo, somos los mejores, Valverde… Pero cuando se dicen las cosas, no sé si la gente escucha o si está jugando a la Play mientras ve el programa, o no sé qué pasa. Parece que nadie ve los esperpentos de este señor entrenador.»
Armando señaló que los errores del técnico no son puntuales, sino continuos, y asegura haberlo advertido desde hace tiempo: «Desde diciembre vengo diciendo que el equipo se cae. Hoy no voy a analizar el partido porque lo de hoy ha sido una mofa total y absoluta. Decir que estamos haciendo las cosas bien y que vamos a seguir igual… El otro día, una frase lapidaria. ¿Qué estamos viendo? Desde mediados de diciembre el equipo se viene abajo. Ganamos partidos porque nos regalaron goles, no por juego.»
El colaborador también hizo referencia a partidos recientes, señalando que la falta de calidad y de intensidad están lastrando al equipo: «Lo del Celta, lo de Osasuna… No hay calidad. Cuando no hay calidad pasa esto, y como ya tampoco hay intensidad, no se tira a puerta en el segundo tiempo. Lo de hoy es un ultraje auténtico. Las actitudes de este caballero son para ponerlas en un marco.»
Finalmente, Armando mostró su escepticismo respecto al futuro del equipo, salvo que se produzca un cambio drástico: «Yo no veo ninguna garantía. A día de hoy, salvo que haya un cambio descomunal, la expectativa sigue cayendo.»
Estas declaraciones reflejan la frustración de un Armando que ve cómo las esperanzas puestas en el equipo se desmoronan jornada tras jornada.