Se acerca la noche más terrorífica del año, las del 31 de octubre, y para que Halloween no se convierta en una pesadilla real, desde la Organziación de Consumidores y Usuarios, OCU ,nos dan una serie de consejos básicos de seguridad sobre maquillaje y disfraces, sobre todo pensando en los más pequeños.
Y es que hay que tener en cuenta, por ejemplo, que los productos de maquillaje para adultos y la sangre falsa pueden incluir sustancias químicas susceptibles de causar reacciones alérgicas. No esta de más hacer una pequeña prueba unos días antes para comprobar si nuestra piel reacciona de alguna manera. En niños pequeños conviene evitar también los esmaltes y los sprays para teñir el pelo por la posible presencia de disolventes.
Y como no, los disfraces con piezas pequeñas son otro riesgo añadido especialmente en menores de tres años, ya que podrían tragarlas. También se deben evitar los cordones y las cintas.
4 consejos para un maquillaje seguro
Para los niños, compruebe que lleva marcado CE como juguete. Además, debe incluir el dibujo de un bote abierto con su duración (si se abrió el pasado Halloween podría haber caducado), así como la lista de ingredientes: idealmente sin perfumes, fragancias, parabenos, BHA y BHT.
Descarte cualquier maquillaje en menores de tres años. Y no use sangre falsa en menores de 14 años: suele contener ingredientes tóxicos si se ingieren accidentalmente. Evite ponerla en párpados, labios, boca, nariz u oídos (sí, adiós a la “boca de vampiro”).
Unos días antes, ponga una pequeña cantidad del producto sobre la piel del niño y compruebe que no le causa reacciones alérgicas o de sensibilidad. Ante cualquier reacción (picor, enrojecimiento…), aclarare bien con agua.
Mejor evite esmalte de uñas y sprays para teñir el pelo. Los primeros tienen disolventes que pueden resultar peligrosos para los niños cuando se llevan las manos a la boca. Mientras que los sprays incluyen sustancias químicas que pueden tragarse durante su aplicación.
Y otros 4 para los disfraces
Un disfraz con marcado CE no debería ser inflamable, pero no está de más mantenerse lejos de las fuentes de fuego: cuidado con las velas, bengalas, petardos o mecheros, además de las chimeneas y estufas.
Para los menores de tres años evite disfraces con cintas y cordones colgantes o accesorios punzantes; y compruebe que los adornos y espumas no puedan romperse y convertirse en trozos con los que pueda atragantarse. Es más, una vez abierto el disfraz, tire la bolsa para evitar que jueguen con ella (por el riesgo de asfixia) y lávelo. Si no es lavable, airéelo 48 horas para evitar la concentración de sustancias potencialmente peligrosas.
Priorice las tiendas especializadas en disfraces frente a los Marketplace de Internet, donde hay menos controles. En cualquier caso, compruebe que el etiquetado incluye la dirección del fabricante o el importador.
Y cuidado con las lentillas de fantasía: de ojos de serpiente, de zombi, de vampiro… No es recomendable adquirirlas por internet, en bazares o tiendas de disfraces; sólo en una óptica, donde un profesional supervise la venta y garantice que no se pone en riesgo la salud de los ojos.