Lo hemos sabido ahora pero fueron arrestados en diciembre cuando el padre de los hermanos oyó gritos en el portal de su vivienda y alertó a la Policía de que estaban agrediendo a sus hijos, que hasta ese momento no habían denunciado y llevaban un mes y medio sin acudir al instituto. Los presuntos acosadores grababan con sus móviles y difundían en diversas redes sociales las humillaciones y vejaciones a las que sometían a ambos hermanos. Los detenidos han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores acusados de un presunto delito de acoso escolar.
Recordemos que en 2017, último año del que se tienen datos, el teléfono de atención al acoso en el ámbito escolar atendió más de 25.000 llamadas. De ellas, casi 9.000 se refirieron a casos concretos de posible bullying.
